A mis 26 me di cuenta que ser ‘juntaletras’ no era un oficio bien pagado, pero me llenaba tanto o más que un buen puchero. Mi madre, muy sabia, me decía: “Hija mía para todo en la vida hay edad”. Lo que no me dijo nunca es que no me tomara sus palabras al pie de la letra.

« Para todo en la vida hay edad »

Mi madre

Cuando me saqué la carrera de Periodismo jamás hubiese pensado que, en este momento, pasando el cuarto de siglo, iba a decidir montar este blog. Ilusa de mí, creía que me lo haría en unos meses o, tirando por lo alto, un año, pero me dejé llevar. No os voy a mentir. Una tía insegura y perfeccionista, eso soy yo. Es quizás el motivo por el que no he decidido  ponerme manos a la obra antes. Quizás tengo fobia a meter la pata pero, ¿miedo a qué?

Bruja o visionaria, loca o creativa, maniática u organizada. Está claro que donde unos ven defectos otros ven virtudes. Así que positivismo ante todo. Porque no hay que aceptar caramelos de extraños, ni tampoco críticas de cualquiera.
Nutrirme de libros durante tantos años me ha servido para aprender que la felicidad plena es solo cosa de cuentos y que no le tenemos que gustar a todo el mundo. Así que quiero que este sea un espacio donde poder escribir lo que me apetezca y compartirlo con quienes quieran visitarlo por su propia voluntad, sin presiones.

Por todo esto, mis mil frustraciones y yo necesitamos un hueco en la red, porque si te persiguen los problemas, debes ser resiliente que, a fin de cuentas, no es otra cosa que no dejarte vencer por tus miedos, seguir adelante y superar cada barrera, o eso, al menos es lo que dicen las pelis.

LUCHA, VIVE, AMA Y LÍATE

Alejándonos de la ficción y centrándonos en la realidad, ¿mejor os cuento mis preocupaciones y compartimos los problemas no?

Está claro que en esta vida no se debe caminar solo. A mí me queda cristalino. De hecho, además de divagar en mis pensamientos, me encanta que me cuenten historias. No penséis que es solo porque soy una cotilla, que también; sino porque, a veces, escuchando y cerrando el pico se descubren a personas maravillosas.

Es el momento de comenzar algo nuevo y pasar a la acción. Lo presiento. Así que, lucha, vive, ama y líate con Matilda Crece. ¿Se te ocurre un mejor plan?

Vivir es fácil con los ojos cerrados pero, ¿merece la pena? Todos tenemos miedos. Quien diga que no, está perdido. ¿Luchar o rendirse? La eternidad no existe. Todo lo que te quita las ganas de vivir tiene fecha de caducidad. Te lo dice una Periodista, que antes de adentrarse en el mundo del Marketing Digital y ser Social Media, empezó como redactora de textos al peso.

Tenemos una vida que comernos con papas. ¿Mides las calorías o mojas pan en la salsa? Nadie es feliz para siempre, por eso, hay que vivir siempre que se pueda. Las personas somos animales, no lo olvides y cómete una buena pringá.

Siempre que estoy a su lado me siento inmortal. Mi imaginación vuela mientras escribo. Prometo que estoy enamorada de la Comunicación… Fruto de ese amor, nacen los contenidos a los que le regalo mi tiempo, aunque sepa que solo le dedicas a su lectura 37 segundos.  Pero, no me importa el trabajo, porque quiero narrar mi cuento a mi manera, con la melena suelta y despeinada.

Bruja o visionaria, loca o creativa, maniática u organizada. Está claro que donde unos ven defectos otros ven virtudes. La travesía del mundo laboral es dura, así que lo mejor es no caminar solo. ¿Vamos al lío?

Vivir es fácil con los ojos cerrados pero, ¿merece la pena? Todos tenemos miedos. Quien diga que no, está perdido. ¿Luchar o rendirse? La eternidad no existe. Todo lo que te quita las ganas de vivir tiene fecha de caducidad. Te lo dice una Periodista, que antes de adentrarse en el mundo del Marketing Digital y ser Social Media, empezó como redactora de textos al peso.

Tenemos una vida que comernos con papas. ¿Mides las calorías o mojas pan en la salsa? Nadie es feliz para siempre, por eso, hay que vivir siempre que se pueda. Las personas somos animales, no lo olvides y cómete una buena pringá.

Siempre que estoy a su lado me siento inmortal. Mi imaginación vuela mientras escribo. Prometo que estoy enamorada de la Comunicación… Fruto de ese amor, nacen los contenidos a los que le regalo mi tiempo, aunque sepa que solo le dedicas a su lectura 37 segundos.  Pero, no me importa el trabajo, porque quiero narrar mi cuento a mi manera, con la melena suelta y despeinada.

Bruja o visionaria, loca o creativa, maniática u organizada. Está claro que donde unos ven defectos otros ven virtudes. La travesía del mundo laboral es dura, así que lo mejor es no caminar solo. ¿Vamos al lío?

 

 

‘Culita’ de mí si no me leéis, porque todo lo que hay aquí te lo cuento porque lo descubrí, porque el síndrome de ‘Peter Pan’ no me cogió, porque me negué a no luchar por mis sueños, porque descubrí que aprender da la vida, porque hasta las eminencias tienen miedos, porque nadie se salva de caer pero sí decide si levantarse o no… porque Matilda Crece.