Hay personas que se duermen nada más echarse en la cama cual lirón. Hay otras a las que les cuesta conciliar el sueño. Y luego están casos como el mío, que van más allá del insomnio. Me quedo dormida antes de apoyar la cabeza en la almohada, pero no descanso. Dicen las malas lenguas que puedo hablar más en sueños que despierta. ¡Menudo estrés!
«Podemos cuidarnos a base de plantas», afirma Rocío Bayarri Durán, creadora y responsable de La Cabeza de la Sultana. Ella es la persona que me recomendó tomar infusiones antes de dormir y creo que también es culpable de que haya personas que remedian sus dolencias y, al igual que yo, toman un ramillete de plantas por botiquín.
Mucho beber y poca infusión
Se dice que los niños son como esponjas. Con una familia no particularmente tetera, Roció Bayarri Durán recuerda que cuando los mayores tomaban bolsitas de cualquier infusión, las pedía y las chupeteaba como si fueran caramelos. La única referencia que tiene es de su abuela paterna Rosita que, sin ser demasiado de infusiones, sí que entendía mucho de plantas y siempre le enseñaba: las manzanas son buenas para la tripa, la hierbabuena se pone en el puchero… Sus enseñanzas le parecían muy valiosas quizás por eso, aunque era pequeña, le prestaba mucha atención.
En España se sabía mucho de plantas. La gente las usaba habitualmente para remediar las dolencias, especialmente, en los lugares donde los médicos no llegaban. Había cantidad de asentamientos que cada invierno se quedaban aislados y usaban hierbas infusionadas para frenar sus resfriados. De hecho, muchos tenían una persona que ejercía como curandera y, prácticamente, una cultura propia de uso medicinal de las plantas de la zona. Pero, ese camino natural se ha olvidado.
Pese a que la utilización terapéutica de plantas existe desde el principio de los tiempos, en la actualidad, ha quedado en desuso para la mayor parte de la sociedad y se opta por curarlo todo con una pastilla.
Se bebe vino, se bebe cerveza y se bebe café pero, ¿qué lugar ocupan las plantas y sus propiedades?
El desconocimiento es el principal motor del recelo y la desconfianza a las propiedades de las plantas. Rocío Bayarri Durán opina que se debe a «la mala prensa que se le ha dado durante muchos años. Las personas que tomaban infusiones eran “personas hierbas” o “raritas”». Sin embargo, como explica Bayarri, «las propias farmacéuticas reconocen que, a veces, los efectos secundarios de los medicamentos son altos, lo que lleva a los consumidores a informarse aún más y a buscar una rama más natural».
El truco de infusionar
Lo recuerdo como si fuese ayer. Cuando apenas tenía seis años mi tío tenía un bar. Cada vez que tenía que reponer café, hacía el pedido y los que le suministraban siempre le regalaban una caja que contenía paquetes de infusiones variadas. Ese gesto es una muestra clara del valor que se le da a las infusiones en España.
Pese a que hay dolencias que se curan a base de plantas, hay personas que no saben ni cómo se prepara una infusión. Es un hecho que no es lo mismo hervir el agua que sólo calentar. En función de ello en la preparación de infusiones produce distintos efectos según el tipo de principios activos que contenga la planta.

Hay quienes las prefieren frías y hay quienes las prefieren templadas, pero lo cierto es que sean cuales sean nuestras preferencias, poner agua a hervir y después añadir las hierbas es un error. Entonces, ¿cómo se prepara? Es fácil:
- Se calienta el agua, pero sin dejar que hierva.
- Justo antes de que arranque el hervor, se apaga el fuego y se echa añade la mezcla de hierbas.
- Se remueve bien, se tapa y se deja reposar durante unos minutos.
- Se cuela (en caso necesario), y se toma.
¿Por qué no dejar que hierva? Si el agua hierve, técnicamente no es una infusión, pero es que, además, la planta puede perder algunos de sus principios activos, sobre todo, las sustancias aromáticas, porque al hervir se volatizan.
Curarse a base de infusiones
De las plantas se extrae la comida, la bebida y todos los nutrientes. Las plantas crecen gracias a la luz de sol, gracias al agua… Todos los sistemas naturales tienden al equilibrio biológico, nuestro organismo también. Así que siguiendo las leyes de la naturaleza, la respuesta de nuestro cuerpo tras una infusión es un estado de bienestar.
El hábito de consumir infusiones está asociado a un momento de pausa y sosiego que ya de por sí trae beneficios. Sin embargo, hemos perdido el conocimiento de las plantas y sus propiedades. Pero pese a que las infusiones son remedios naturales que han existido siempre y pueden aliviarnos de dolencias, no todo el mundo conoce sus propiedades.
Hay muchas plantas que nos podrían ayudar mucho y se conocen poco. Malestar, fatiga, cansancio o estrés pueden ser los motivos por los que no conciliemos bien el sueño. Por eso, «hay que tener en cuenta que lo ideal es saber qué nos provoca cada una de las situaciones», afirma Rocío Bayarri, argumentando que «el insomnio puede ser por estrés, aunque también puede tener su origen en un desequilibrio hormonal o a una alteración de la rutina».
«El insomnio puede ser por estrés,
aunque también puede tener origen en
un desequilibrio hormonal»
Rocío Bayarri Durán (La Cabeza de la Sultana)
En este sentido, hay muchas plantas a las que no les sacamos partido. Ante esto, la responsable de La Cabeza de la Sultana opina que «para trabajar y curar con las plantas debemos tener en cuenta que, realmente, para cada situación puede requerir o ser más adecuada tomar una u otra. Esto se debe a que no es un proceso químico como el de una medicina farmacológica y además la variedad es impresionante, casi infinita».
Puede ser que sea un mundo de olores y sabores, y ante la vista sea complejo ya que es tal la variedad de plantas secas que la mirada se despista con facilidad. Pero, ¿qué sabes sobre sus propiedades?
Insomnio | Lavanda, tila, tilo, azahar y camomila |
Concentración | Té blanco |
Resfriado | Menta, tomillo, regaliz y jengibre |
Dolor de cabeza, cefalea y migrañas | Té blanco, cúrcuma y alcachofera |
Intestino y tránsito | Rooibos, camomila, anís estrellado e hinojo |
Vómitos o Diarrea | Té negro y Rooibos |
Malestar, fatiga y cansancio | Té rojo e hipérico |
Estrés | Rooibos, lavanda, hojas de olivo, muérdago y hortiga |
Dolor menstrual | Salvia, tila, Rooibos y carcadé |
Infección de orina y cistitis | Arándanos y Rooibos |
Dolor de muelas | Té verde, cúrcuma, alcachofera y carcadé |
Diabetes | Salvia |
Colesterol | Té rojo |
Artritis, bursitis y dolor muscular: antinflamatorio | Alcachofera, hibisco y cúrcuma |
Mala circulación sanguínea, arañas vasculares y varices | Diente de león y cola de caballo |
Fortalecer el sistema inmune, restaurar el metabolismo, estimular nuestras hormonas, desintoxicar el organismo y equilibrar los niveles de estrés son algunos de los poderes que tienen las hierbas. ¿Has tomado nota de qué fuente natural podría remediar tu malestar?
Té sano: remedio natural
«Lo natural y artesano siempre vale la pena». Una afirmación contundente que tiene de trasfondo un mensaje: Nuestra nevera debería ser verde y el botiquín de casa estar lleno de semillas y hierbas. Una alimentación basada en plantas y el rechazo del consumo de alimentos procesados son algunos de sus pilares, y tener claro que es positivo el consumo habitual de té para reducir los riesgos de enfermedades.
Lo que comes y bebes se refleja en tu cara. Comer mal degrada nuestras células y hace que envejezcamos más pronto. Hay cosas que no están en nuestras manos, pero podemos elegir qué poner dentro de nuestro cuerpo.

Productos 100% naturales y artesanales. Es rentable pagar el precio con respecto a los productos industriales. Lo natural no tiene precio. No desde el punto de vista económico, sino visto desde la salud, dado que, como explica Roció Bayarri Durán, creadora y responsable de La Cabeza de la Sultana, «merece la pena en el caso de las infusiones rotundamente, porque no salen más caras. Si comparamos los gramos que trae cualquier caja de bolsitas de té comercial con los que pesamos y vendemos a granel, veremos que a menudo el té a granel es más barato».
«Esforzarse en detenerse para disfrutar
de una buena taza o tetera de té»
Rocío Bayarri Durán (La Cabeza de la Sultana)
El té es un depurativo. Beber una infusión a dos al día es sano y es algo que debería estar en la rutina de todos. Otros países tienen esa costumbre. Los ingleses, por ejemplo, la adoptaron y lo toman cada día.
La toma de infusiones y, concretamente de té, es muy favorable para la salud desde un plano meramente de salud física y también desde un punto de vista de salud mental. En este sentido, «Hay que tener en cuenta el Taísmo», apunta Roció Bayarri. Es decir, según la responsable de La Cabeza de la Sultana, «toda la cultura oriental que envuelve la toma de té: El “aquí y ahora”, el esforzarse en detenerse, pararlo todo, para disfrutar de una buena taza o tetera de té».

La planta del té es siempre la misma, la camellia sinensis, por lo que sus propiedades son casi idénticas, aunque en mayor o menor medida, explica la responsable de La Cabeza de la Sultana.
¿Sabéis que el rooibos es una planta muy saludable? Es una planta de arbusto rojo (Aspalathus linearis), y sus hojas contienen mucha vitamina C., así como minerales. Las infusiones de rooibos protege de los radicales libres, baja la presión arterial, ayuda en caso de diabetes tipo 2, regenera el hígado, alivia dolores de vientre y previene problemas de piel.
Las propiedades del té verde y su efecto curativo se han apreciado durante milenios, el té verde ha ganado su mayor popularidad como un remedio para adelgazar y limpiar el cuerpo de toxinas. ¿Qué otras propiedades tiene el té verde?
Beber té verde se relaciona con un 25% menos de riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y derrames cerebrales, dolencias cardíacas y accidentes cerebrovasculares fatales, y muerte por cualquier motivo. El té verde es una rica fuente de polifenoles que protegen contra las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo, incluida la hipertensión arterial y la dislipidemia.
Con alto grado de teína, el té negro es la variedad de tés más popular en el mundo. Para obtener té negro las hojas se marchitan, se tuercen, se fermentan, se secan y se clasifican. De hecho, las hojas cambian de color a marrón. Durante este proceso, los polifenoles se oxidan en pigmentos y pueden perder sus efectos antioxidantes.
Por otro lado, el té rojo es quizás el mejor antioxidante de todos. De hecho, uno de los beneficios más populares es su acción diurética. Pero, además de facilitar la digestión, ayuda a reducir el colesterol.
Queda para el final la guinda del pastel: el té blanco. Aunque no es exacto decirlo así pero, «podríamos concluir que el té blanco es el más sano», señala Roció Bayarri Durán. El té blanco es un rico antioxidante y, ¡alivia las migrañas!
Sibaritas de la tetera
El perfil del consumidor está cambiando. Las nuevas generaciones se han acercado al mundo de las infusiones gracias a unos sabores más innovadores y, sobre todo, porque se han convertido en tendencia motivado por influencers del mundo de la nutrición y el fitness.
Cualquiera que se dé un paseo por las redes sociales puede ver como la moda healthy es tendencia. Asumir hábitos saludables está a la orden del día e instagrammers publican fotos en las que posan con una taza de té recién hecho. ¿Ficción o realidad?
Lo que está claro es que, que sea tendencia, no significa que sea algo nuevo. Las infusiones siempre han sido un remedio casero para diferentes tipos de problemáticas diarias y ahora, gracias a nuevos conceptos, los consumidores se han vuelto a acercar a este tipo de opción terapéutica. Actualmente, estamos siendo testigos de un nuevo auge de los productos naturales. «El consumidor tiene más interés ahora que antaño en conocerlas y utilizarlas», afirma Rocío Bayarri.
Hace unos años, España estaba a la cola de países que utilizaban plantas medicinales. Aunque no damos pasos agigantados y seguimos a la cola, «la distancia es cada vez menor, gracias a que los usuarios tenemos cada vez más información y todo vive una constante evolución», explica Rocío Bayarri Durán, quien confiesa que «desde mi primer contacto con el té hasta ahora, unos dieciséis años de distancia, la diferencia de consumidores y la formación e interés de éstos, es impresionante».
Queda claro que lo que ahora está de moda son las mezclas. Especias, frutas deshidratadas, hierbas… Pero, aromatizar no es tarea sencilla. Sabor y olor tienen que estar en equilibrio en el preparado a infusionar. Bayarri Durán confiesa que mezcla a base de ensayo-error, argumentando que «selecciono los tés puros muy tranquilamente. Me esfuerzo en tomarme el tiempo de saborearlos y evaluarlos, dado que un mismo té, de la misma región, puede variar muchísimo de la cosecha de primavera a la de otoño, por ejemplo».

La percepción sobre los beneficios de las plantas medicinales no solo está calando entre la población sino, lo que es más importante, entre los médicos. «Prácticamente todos los medicamentos actuales están basados en la Fitoterapia y se componen de hierbas, flores y/o plantas», explica Rocío Bayarri Durán.
«Prácticamente todos los medicamentos
están basados en la Fitoterapia y se componen
de hierbas, flores y/o plantas»
Rocío Bayarri Durán (La Cabeza de la Sultana)
Hay secciones de sociedades científicas como la del estudio de la menopausia, dermatología y pediatría, donde las terapias naturales se estudian y aplican con cierta frecuencia. «Cada vez son más los clientes que vienen recomendados por médicos», afirma Rocio Bayarri Durán, quien asegura que «los oncólogos les aconsejan tomar Rooibos, los dermatólogos té blanco… es una suerte para los que nos dedicamos a este sector y por supuesto para los pacientes».
No hay que olvidar que todo el conocimiento farmacéutico actual procede de la misma naturaleza. De hecho, como expone la responsable de La Cabeza de la Sultana, «no es nada raro encontrar en cualquier farmacia actual, bolsitas de manzanilla o laxantes».
Resulta curioso que las infusiones no sean nuestra elección para remediar dolencias. Ante esto, Rocío Bayarri Durán opina que «las infusiones deberían ser la primera opción a la que recurrir siempre que fuese posible. Probablemente así viviríamos más y mejor». Y tú, ¿tomas un ramillete de plantas por botiquín?
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