Hace algunas décadas, muchos españoles emprendieron rumbo fuera de España a causa de la crisis y de sus efectos sobre la economía. En los últimos años, la historia se repite: ha aumentado el número de emigrantes. Los más afectados son jóvenes que huyen de la precariedad laboral de España, y marchan en busca de una oportunidad en el extranjero.
Los escasos conocimientos del idioma, así como del derecho laboral del país al que se emigra y la falta de organización sindical de los trabajadores, fomentan las irregularidades laborales. Miembros de Comisiones Obreras (CCOO) de Sevilla, Sergio Santos Romera (S.S.), secretario de Empleo y Política Social, y Sara de los Reyes Gutiérrez (S.R.), secretaria de Juventud y de la Mujer, explican la situación en la que se encuentra los jóvenes españoles. Además, advierten en esta entrevista que informarse es protegerse.
¿Cuál creéis que es el problema de las políticas de empleo?
S.S.: El problema es de crisis económica y se acentúa en los países con las economías más débiles de Europa, como es el caso de España. Se han aplicado políticas que han ido a hacerse cargo de la deuda de los bancos, de las grandes empresas, en detrimento de políticas que fuesen en beneficio de la ciudadanía.
S.R.: Las políticas de austeridad y de recorte impuestas por Europa y asumidas por el gobierno español con los instrumentos de las reformas laborales, tanto la del gobierno de Zapatero como la de Rajoy, al final, lo que han ido estableciendo es un mercado de trabajo, donde los trabajadores son el elemento más débil y ha hecho que ese mercado de trabajo pivote sobre la precarización de la situación de los trabajadores; y los más vulnerables son los jóvenes y las mujeres.
¿Cuál es la situación a la que se enfrentan los jóvenes?
S.S.: Jóvenes que estudian y se incorporan al mercado laboral en unas condiciones más o menos óptimas, hoy por hoy, no existe. En la mayoría de los casos, los contratos de trabajo se establecen de una forma, pero luego se desarrollan de otra: el personal es contratado por cuatro horas como dependiente y luego trabaja diez horas, si no te pagan las horas extra mejor. Suprimen pluses y otros elementos determinados en los convenios, etc.
Las estadísticas mensuales de la EPA lo que marca es estabilidad en el desempleo, no en el empleo. El desempleo está en niveles altísimos, situación que nunca hemos visto, porque la destrucción de empleo estable se ha reconvertido en creación de empleo inestable.
« La destrucción de empleo estable se ha convertido en creación de empleo inestable »
Sergio Santos Romera
S.R.: Los jóvenes viven en una situación en la que merman sus condiciones de trabajo, que han costado sudor y lágrimas. La parte más débil de esa clase trabajadora, los jóvenes y las mujeres, son los que están evocados a desarrollar su trabajo en peores condiciones.
Al final, no hay políticas de incentivación al empleo, ni hay una estrategia que lleve a un modelo productivo eficiente. La industria no se está desarrollando, porque Europa pone a España como país de servicio, que requiere trabajadores de baja cualificación laboral.

¿Qué creéis que motiva a los jóvenes a irse fuera de España?
S.S.: Los jóvenes cuando terminan la carrera e intentan incorporarse al mercado laboral, las condiciones de acceso las asumen en un primer intento. En un segundo intento, los jóvenes sienten que no pueden seguir trabajando en esa situación. Ellos no sólo son los que hacen un esfuerzo en el ámbito académico, sino también su familia para luego someterse a unas situaciones de precariedad indignas.
S.R.: Te encuentras que un arquitecto es dependiente o camarero, en unas condiciones laborales y salariales pésimas, con el riesgo de que en cualquier momento puede ser despedido ya que, con la reforma laboral, no cuesta nada. Los jóvenes no se van al extranjero porque son muy aventureros, como dijo Rajoy. Los jóvenes deciden poner las vistas fuera del país, porque quieren estabilidad, un futuro mejor. Además, los que huyen de esta España precaria suelen ser los más exigentes y críticos con el sistema y no están dispuestos a que les engañen.
¿Qué pensáis acerca de que España haga una inversión formativa y otros países se beneficien?
S.S.: Las empresas en España están sobrecualificadas. Pagas una formación que no se aprovecha. Es una pérdida en el vocabulario del empresario, ya que ven a los trabajadores como números. La juventud es el futuro de mañana y este país la está perdiendo.
S.R.: Se aprecian más los talentos en Europa. El problema es que antes ir a Inglaterra o Alemania, si habías estudiado, significaba cubrir un puesto en tu sector; ahora se van a trabajar de camareros.
Otro problema es que las empresas están envejeciendo, porque se jubilan los trabajadores. Sin embargo, esos trabajadores no son sustituidos por gente joven. Esa falta de cotizaciones, crea problemas de pensiones, recortes en políticas sociales, desempleo, etc. y si no se actúa la pelota crece más.

¿Cuál es la mayor preocupación que tiene este país?
S.S.: La mayor preocupación es que estamos ante unas condiciones de extrema urgencia de miles de familias y de la proyección futura. Esto se debe a que los trabajadores que se incorporan al mercado laboral tienen una buena formación académica, pero eso no les respalda.
Entre todos tenemos que apretar para que en las instituciones se instalen otro tipo de políticas, que vayan en consonancia a la construcción de empleo y en contra de la precarización. El objetivo debe ser impactar positivamente sobre las perspectivas de los jóvenes, que salen cualificados, que son el futuro. Ahora lo que están creando es una situación que deriva al subdesarrollo.
« Lo que están creando es una situación que deriva al subdesarrollo »
Sergio Santos Romera
S.R.: El sistema capitalista que nos gobierna ya está mostrando síntomas virales. A medida que avanza, genera más contradicciones entre el capital y los trabajadores, acumulando más a pocos y olvidándose del resto. Necesitamos reequilibrar lo que el sistema está desatendiendo y está descontrolándose.
Que el turismo sea nuestra principal fuente de ingreso como país, no es malo, pero hay que potencializarlo. Para ello, es necesario modificar lo que ahora llamamos «industria turística». No hay una planificación estratégica, que nos lleve hacia un modelo productivo de futuro, sino que nos lleva a ser un mal balneario de Europa. Ahora hasta para fregar platos tenemos que irnos al extranjero, porque en España están los puestos cubiertos.

¿Qué opinión os merece los casos de los au pair?
S.S.: Es una buena forma para irte, a cambio de dinerito, techo y comida, pero se están dando muchísimos abusos. Las situaciones de explotación de los au pair se están dando en un porcentaje del 90 %. En Inglaterra y Francia hay muchos casos.
El problema es que tenemos embajadas y consulados, que se supone que es el nexo de unión con el gobierno de España y son responsables de los que están en otros países. Sin embargo, este colectivo no está atendiendo ni asesorando como debería.
S.R.: A veces, una denuncia en prensa hace más daño que cualquier otra medida, por la lentitud del sistema. En au pair se están dando casos de esclavitud. Hay jóvenes que viven atemorizados, porque las familias abusan de ellos y no se atreven a demandarlos ni enfrentarse a ellos, porque les amenazan con echarlos a la calle. A nivel gubernamental, si hay un boom debe haber una ley que lo regule. Los jóvenes se van y el gobierno se lava las manos, y eso no se puede consentir.
« A veces, una denuncia en prensa hace más daño, que cualquier otra medida, por la lentitud del sistema »
Sara de los Reyes Gutiérrez
Embajadas españolas en países con altos índices de emigración son criticadas por la gestión administrativa que desempeñan, ¿teníais constancia?
S.S.: Las políticas consulares están impregnadas de las políticas, que se desarrollan en el país de origen. Si en España no aplicamos políticas que potencien que los ciudadanos estén mejor, ¿qué esperamos que los españoles que emigran tengan en las embajadas?
Las embajadas están más preocupadas en establecer acuerdos, que en solucionar problemas. En Alemania se dedica a atender a empresas: negocios que se instalan en Alemania y negocios que quieren promoverse a España, en las conexiones a nivel de arriba no a nivel de abajo.
S.R.: Antes el volumen de emigrantes españoles no era tan grande, las condiciones que encontraba la gente eran relativamente aceptables, tenían unas expectativas temporales no para estar toda la vida, pero ahora eso ha cambiado y no están preparados ni quieren molestarse en ello. Y, ¿quién denuncia eso? Aquí en España la situación de los inmigrantes laboralmente la denuncian o bien algunas organizaciones sociales o los sindicatos, porque las embajadas dicen que no es su cometido.
¿Qué recomendáis desde el sindicato a todos los deciden emigrar?
S.S.: Les trasladamos que para conseguir un futuro más digno, deben estar informados y, una vez allí, organizarse con los trabajadores del país. Lo primero que debe hacer un español que va a trabajar a Alemania, por ejemplo, no es ir a la embajada, sino buscar el sindicato alemán, porque allí es donde recibirá ayuda y le informaran de sus derechos.
S.R.: Hemos trabajado la emigración realizando campañas a través de las centrales sindicales europeas y la coordinación con organizaciones sindicales. La emigración controlada y organizada da mejores resultados y cuanto mayor información se traslade al trabajador mejor.
La persona que menos pone en riesgo y más segura está es la que se informa, sobre qué documentos tiene que llevar, cuáles tramitar, cuáles son sus derechos como trabajador, etc. Asimismo, es muy importante el idioma porque, para firmar un contrato y entenderlo o mostrar desacuerdo en algo, necesitas comunicarte y que te entiendan.
Dar el salto al extranjero no es fácil, por lo que informarse es el mejor arma para protegerse.
« Informarse es el mejor arma para protegerse »
Sara de los Reyes Gutiérrez
¿En que se asemeja y en qué difiere la emigración actual de la de los años 60?
S.S.: La emigración de los años 60 tiene un marcado carácter económico y también social. La huida hacia adelante en busca de unas mejores condiciones económicas y también la salida de una situación de dictadura en el país. Sin embargo, había mucho desconocimiento.
Hoy quien no está informado es porque no quiere. La emigración de hoy no es ni cultural ni social pero, ciñéndonos a la cuestión económica, es similar, aunque con otro desarrollo del capitalismo. Los jóvenes huyen al extranjero en busca de unas condiciones económicas y salariales dignas. Escapan de una España que no le da oportunidades, porque está estancada.
Si introducimos factores como la cualificación, sería incomparable. El joven que va al extranjero busca un futuro, una proyección de mejora, de realización personal importante, no de desesperación.
S.R.: Hoy hay un mercado laboral que falla, al igual que en los años 60, por haberse estancado, pero no por los mismos motivos. Lo que antes era consecuencia de una dictadura, hoy es consecuencia de no tener una estrategia potencial a la altura de Europa.
El problema de ahora es la percepción de caos y no futuro. La gente de los 60, sabía que tarde o temprano la situación cambiaría. El problema de hoy es que los españoles que marchan no tienen esa percepción, porque llevamos años sin mejoras y las formulas aplicadas no han funcionado.
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